El rescate de dos muestras impulsadas por el Centro de Arte y Comunicación (CAYC) de Buenos Aires durante las décadas de 1970 y 1980, propone La exposición olvidada y una lectura a cuatro artistas chilenos, que se presenta en el Museo Nacional de Bellas Artes desde el 19 de noviembre de 2020 hasta marzo 2021.
La exposición propone activar los vínculos artísticos entre Argentina y Chile a través del CAYC, un espacio interdisciplinar que promovió prácticas experimentales y una amplia producción teórica en torno al arte latinoamericano. Así, los curadores se concentran sobre dos exposiciones emblemáticas del Centro. Por un lado, Hacia un perfil del arte latinoamericano, un envío que incluía 143 heliografías de 69 artistas de distintas nacionalidades, que no pudieron ser presentadas en el MNBA debido al golpe de Estado en 1973. Por otro lado, Cuatro artistas chilenos en el CAYC, que se presentó en Buenos Aires en 1985, e incluía las obras de los destacados artistas chilenos Gonzalo Díaz, Eugenio Dittborn, Alfredo Jaar y Carlos Leppe.
La curatoría corresponde a los historiadores del arte Mariana Marchesi, directora artística del Museo Nacional de Bellas Artes de Argentina, y Sebastián Vidal Valenzuela, académico de la Universidad Alberto Hurtado, quienes con la colaboración de Eva Cancino, encargada de colecciones MNBA, investigaron las obras y el periodo, dando cuenta de gestiones y autorías que se involucraron críticamente con los procesos políticos y sociales que se desarrollaron en la región.
«A través de una selección de las obras históricas, así como de la reconstrucción de otras, se buscó reponer ambos hitos en las trayectorias compartidas del arte contemporáneo transcordillerano. Pese a los doce años que separan estas propuestas, se vislumbra en ellas un sentido de colaboración y solidaridad que devela el espíritu de unión artística, cultural y crítica entre ambos países, en un período marcado por la inestabilidad política que supusieron los regímenes dictatoriales en Latinoamérica. El rescate de estos dos casos invita a reactivar desde el presente estos dos momentos claves para la historia de Argentina y Chile», escriben los curadores.
La muestra nació a partir del trabajo mancomunado entre el MNBA y el Museo Nacional de Bellas Artes de Argentina y contó con la participación de los propios artistas en los procesos de recuperación y reconstrucción de sus obras históricas. También colaboraron importantes instituciones y colecciones públicas y privadas de la región, entre las que destacan la Embajada de Argentina en Chile, el archivo Facundo de Zuviría, el Archivo Carlos Leppe, la Fundación Juan Downey, la colección Pedro Montes y la colección Solari del Sol, el Museo de la Solidaridad Salvador Allende, la Fundación Luis Felipe Noé, el Centro Espigas y el Archivo Ricardo Ocampo.
Asociadas a la exhibición y organizadas por el Departamento de Arte de la Universidad Alberto Hurtado, el 25 de noviembre y el 02 de diciembre a las 18:00 h, se llevarán a cabo dos mesas de conversación con la participación de los curadores y destacados expertos internacionales, que buscan reflexionar críticamente en torno a la muestra y los alcances de las propuestas del CAYC. Las mesas se podrán seguir a través del canal de Youtube del Museo: @MNBAChile.
Hacia un perfil del arte latinoamericano | 1972
La exposición propuso analizar las problemáticas políticas del continente con copias heliográficas de medida uniforme, bajo tres premisas planteadas por Jorge Glusberg, fundador del CAYC: portabilidad, economía de recursos y reproductibilidad. A mediados de 1973, una versión de la exhibición compuesta por 143 heliografías de 69 artistas se envió al MNBA, pero no pudo inaugurarse debido al golpe de Estado.
Desde entonces, las obras quedaron guardadas en los depósitos del Museo, donde fueron investigadas por Vidal, coincidiendo con el trabajo iniciado por Cancino. Esta es la primera vez que se expone íntegramente, cerrando un ciclo truncado 47 años atrás.
Artistas: Marcel Alocco, Siah Armajani, Álvaro Barrios, Jacques Bedel, Luis Benedit, Juan Bercetche, Sheila Berkley, Antonio Berni, César Bolaños, Lowry Burgess, Antonio José Caro Lopera, Elda Cerrato, Jaime Davidovich, Guillermo Deisler, Agnes Denes, Juan Downey, Gregorio Dujovny, Ken Friedman, Nicolás García Uriburu, Jochen Gerz, Carlos Ginzburg, Jorge Glusberg, Jorge González Mir, Haroldo González, Víctor Grippo, Klaus Groh, Guerrilla Art Action Group (GAAG), Rafael Hastings, Mariano Hernández Ossorno, Dick Higgins, Fernando Huici, Mike Parr, Peter Kennedy, Michael Kenny, Richard Kostelanetz, Uzi Kotler, Bernardo Krasniansky, Auro Lecci, Jorge Edgardo Lezama, Lea Lublin, Francisco Mariotti, Oscar Maxera, Julián Mereutza, Carlos Mills, Víctor Mira, Abraham Moles, Ion Muresanu, Maurizio Nannucci, Juan Navarro Baldeweg, Moisés Nusimovich, Marie Orensanz, Luis Pazos, Alberto Pellegrino, Alfredo Portillos, Alejandro Puente, Gumersindo Quevedo, Osvaldo Romberg, Juan Carlos Romero, Ricardo Roux, Javier Ruiz, Bernardo Salcedo, Máximo Soto, Julio Teich, Clorindo Testa, Enrique Torroja, Horst Tress, Jiri Valoch, Constantin Xenakis, Horacio Zabala.
Cuatro artistas chilenos en el CAYC | 1985
En 1985, en plena dictadura cívico-militar de Augusto Pinochet, esta exhibición reunió en Buenos Aires a Gonzalo Díaz, Eugenio Dittborn, Alfredo Jaar y Carlos Leppe, nombres centrales en la escena contemporánea en Chile. Organizada por la crítica cultural Nelly Richard y Jorge Glusberg, director del CAYC, esta muestra permitió dar visibilidad a la producción crítica del momento.
Eugenio Dittborn (1943) | Se incluyen dos de las aeropostales que integraron la exhibición de 1985: Diagonal y La Pietá. Se realizaron con papel de envolver doblados cuatro veces, obteniendo 16 rectángulos iguales con pliegues bien marcados. La primera obra presenta imágenes de nativos americanos y australianos, así como un cántaro y una calavera con peluca. En la segunda se reproduce la figura del boxeador cubano Benny «Kid» Paret, fallecido a raíz de los golpes recibidos por Emile Griffith en la defensa del título mundial del año 1962. El evento, que fue televisado en Europa y América, fue plasmado por Dittborn en alusión a la figura bíblica de La piedad. El artista trabajó, además, la relación medial de la fotografía, capturada en vivo y trasladada desde la pantalla de televisión al soporte de la obra.
Alfredo Jaar (1956) | El artista reconstruyó, por primera vez desde 1985, la instalación O Adeus, que consistió en quince neones verdes montados en diagonal sobre tierra, que apuntaban hacia las portadas de cinco revistas con imágenes de Raúl Alfonsín, primer mandatario electo democráticamente tras la última dictadura cívico militar argentina. En el muro frontal, el artista dispuso cinco portadas de periódicos brasileños con referencias al reciente funeral del presidente Tancredo Neves, fallecido días antes de asumir el cargo, luego de un extenso período de gobiernos dictatoriales en Brasil. La obra se pensó como un saludo al advenimiento de la democracia en el continente y como una luz de esperanza para el resto de los países de la región.
Gonzalo Díaz (1947) | En esta ocasión, el artista desarrolló una nueva versión de la icónica serie El Kilómetro 104, utilizando las mismas técnicas y materiales de la época. Compuesta por seis grandes piezas, aborda la relación entre imagen y texto, tomando elementos de la cultura popular, manuales de cirugía, imágenes naturalistas y de biología e instrumentos de medición, entre otros recursos. Los títulos operan como juegos de palabras: El primer amore, El pinturicchio primo, La masturbatio prima, La prima felatio, El primo baccio y La primera comunión.
Carlos Leppe (1952-2015) | De acuerdo a fotografías y testimonios, la obra Proyecto de demolición de la cordillera de Los Andes se montó con objetos que el artista solía utilizar en sus performances e instalaciones, como una escalera, componentes lumínicos, recipientes con tintas de colores, tiza y yeso. Destacaba el fragmento de un texto manuscrito alusivo al mito popular cordillerano de la Difunta Correa, sobre una madre fallecida que amamantó a su recién nacido. Junto al texto, Leppe puso una foto Polaroid de su madre, y en otra pared, la reproducción de un avión en picada y un tubo de neón. Apoyada en el piso, una tela blanca incluía la pequeña figura de un árbol, una casa en miniatura, una ampolleta encendida y un montículo de polvo, probablemente pólvora. Resaltaba el dibujo de un obelisco realizado en tiza blanca, colocado sobre una columna pintada de negro, rodeada por ladrillos. Algunos elementos precarios, propios de la vida cotidiana de un albañil, completaban la propuesta. Para esta exposición se reconstruyó la columna (escala 1:1) y la sección de ladrillo, mientras que a través de una proyección, se trazó el dibujo a tiza. El montaje incluye fotos de la instalación original de Facundo de Zuviría.
Horario: Martes y jueves, 10:00, 12:00 y 15:00 h
Entrada gratuita
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