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Ciclo Goethe Institut: Documentales Werner Herzog: «El sermón de Huie» + «Fe y moneda»
julio 10, 2017 @ 17:00 - 18:30
El Sermón de Huie/Huie’s Predigt (Werner Herzog, 43 min, 1980)
Huie L. Rogers es un sacerdote negro que predica a gritos contra la corrupcción de la sociedad occidental y la pérdida de valores, en pleno centro de Brooklyn. Nada nuevo, excepto que Huie convierte sus sermones en espectáculos más cercanos a un concierto de los Rolling Stones que a los sermones de sacerdotes más convencionales. Hay tanto movimiento frente a la cámara que Herzog compone la trama con tomas largas y estáticas casi sin variación, como si simplemente se hubiese detenido frente a la escena y estuviese observando asombrado. En esta película, Herzog se retrae como cineasta mucho más que en la mayoría de sus obras y con sus tomas, que parecen casi interminables, logra un alto grado de concentración. Los pocos cortes pasan casi desapercibidos.
God´s angry man – Fe y moneda/ Glaube und Währung (Werner Herzog, 44 min, 1980)
De la creencia al comercio y al dinero. Gene Scott, presentador de un programa de televisión religioso que predica de ocho a diez horas diarias, es además el dueño de tres cadenas televisivas y organizador de veladas religiosas cuyo verdadero objetivo es recaudar dinero. Mediante entrevistas y materiales de archivo, Herzog ofrece la verdadera cara de este hombre público y reflexiona sobre la fe, el fanatismo y la explotación de la imagen y las creencias en televisión. Despliega su verdadera cara de negociante, empresario y fanático religioso. En su apasionada y frecuentemente patética irracionalidad, el predicador televisivo no sólo resulta afín en carácter al obispo Huie L. Rogers, a quien Herzog retrató en “Huie’s Predigt” (también de 1980). Scott ocupa su sitio como personaje inconfundible en el universo de Herzog, forma parte de los héroes megalómanos y de turbia ambivalencia como Aguirre o Fitzcarraldo. Si Gene Scott no hubiera existido realmente, se le podría considerar de igual modo como invención de Werner Herzog. Y si entonces el cineasta hubiera decidido realizar una película sobre Scott, Kinski habría sido el actor ideal.