Retrospectiva de Alberto Valenzuela Llanos
Jueves 4 de abril, inauguración a las 19:30 horas.
Viernes 5 de abril al domingo 26 de mayo de 2019.
Martes a domingo, de 10:30 a 19:00 horas.
A 150 años del nacimiento de Alberto Valenzuela Llanos (1869 – 1925), el pintor chileno que alcanzó el mayor reconocimiento internacional entre los artistas de su tiempo, la Corporación Cultural de Las Condes abre su Temporada 2019 con la muestra La conquista de la luz, que reúne más de sesenta obras, la mayoría inéditas.
La exposición, que ofrece una nueva lectura a la obra de este pintor fundamental, se presenta en las salas de nuestro Centro Cultural.
La conquista de la luz privilegia aquellas pinturas de pequeño formato elaboradas del natural, a plein air, desde tablitas de 15×10 cm donde ensayaba colores o boceteaba detalles de nubes, árboles o botes, que luego traspasaba e incorporaba a obras de formatos más grandes, hasta cartones entelados de 25×35 cm. Estas pinturas, sueltas y espontáneas, que denotan una fuerte carga expresiva, capturan la luz, la energía y la espacialidad con una frescura única. No obstante la muestra también incluye sus clásicos en gran formato, ganadores de importantes certámenes.
El conjunto –integrado por obras pertenecientes a los descendientes del pintor y a colecciones públicas y privadas del país- representa a cabalidad su portentosa individualidad. La selección estuvo a cargo del equipo curatorial de la Corporación Cultural de Las Condes, con el apoyo del investigador Pedro Maino Swinburn, quien también escribió el texto del catálogo.
“El valor de la obra de Valenzuela Llanos no reside en su carácter nacional ni en su cercanía o distancia con el impresionismo francés. Su mérito consiste, entre otras cosas, en haber desarrollado un lenguaje pictórico capaz de conciliar su temperamento, melancólico e inquisitivo, con su singular manera de ver el paisaje, sin ninguna restricción fronteriza”, señala.
Nacido en San Fernando, en 1869, Alberto Valenzuela Llanos, uno de los llamados “Cuatro maestros de la pintura chilena”, alcanzó gran reconocimiento internacional, siendo premiado en el Salón de París de 1913 y en los Salones posteriores, y nombrado Caballero de la Legión de Honor y miembro de la Sociedad de Artistas Franceses (que otorgaba sólo un cupo para cada país extranjero). Incluso, una de sus obras integra la colección del renombrado Museo de Orsay, dedicado a lo más destacado de las artes occidentales del siglo XIX. Ninguno de los otros tres “maestros fundadores”, Pedro Lira, Alfredo Valenzuela Puelma y Juan Francisco González, tuvieron semejante proyección.
En Chile, su nombre es ampliamente conocido y se sitúa en la cúspide fundacional de nuestra pintura. Sin embargo, muestras dedicadas por completo a su obra no se realizan desde hace más de 50 años, por lo que este aniversario constituye el momento preciso para revisitar su legado y entender por qué su propuesta –a diferencia de las de sus pares- traspasó nuestras fronteras y se instaló en el epicentro artístico de su época.
Con un cuerpo de obra acotado, Valenzuela Llanos se dedicó a pintar sin interrupciones ni estímulos externos que pudieran desviar su atención. Lo suyo fue el paisaje, la naturaleza agreste, el espacio exterior, y tanto en Chile como en Francia buscó los lugares que le permitieran desarrollar su particular lenguaje pictórico. Entonces, sus vistas de Lo Contador, Lolol o Cajón del Maipo, no actúan como registro iconográfico de un territorio, sino que le sirven para llevar a cabo sus experimentaciones cromáticas, con el uso de una paleta audaz, siempre en búsqueda de la luz.