«Máscaras y memoria»

Viernes 25 de agosto al sábado 30 de septiembre de 2017 / Lunes a viernes, 10:00 a 19:00 horas / Sábados: 10:00 a 14:00 horas / Sala de Arte Las Condes. Apoquindo 3300 – piso 2

¿Qué relación tiene el arte con la enfermedad? ¿Puede una enfermedad proyectarse en los procesos creativos? ¿Puede un artista por medio de su obra hacer reflejo de una enfermedad que no padece? La exposición Máscaras y memoria busca unir estos aspectos, retratando a través del arte y la fotografía la transición de quienes padecen la enfermedad de Alzheimer, al convertirse paulatinamente en alguien diferente a quienes fueron.

El reconocido fotógrafo José Luis Rissetti encabeza este proyecto que se inició en 2015, al invitar a una veintena de artistas plásticos de diferentes edades y ámbitos, para que pintaran sus miedos y fantasmas, en una máscara elaborada con sobres de papel kraft. La intención era que reflejaran lo que sería desdibujarse en un otro que no les pertenece y situarlos dentro de un contexto que los descolocara.

Una vez finalizada esa primera etapa creativa, cada artista fue fotografiado con su bolsa de papel intervenida cubriéndole la cabeza en un lugar específico en el cual se ven potenciadas las sensaciones de abandono, soledad, angustia, dependencia y deterioro.

La idea de las máscaras radica en mostrar en cuántas personas se puede convertir un ser con este mal. Ellas buscan demostrar al espectador, de un modo simple, este devenir en otro, en otros. “Al solicitar que cada artista busque su máscara, permitimos que se cuestione quiénes somos, quiénes son las personas en nuestras vidas, en cuántas personas llegamos a convertirnos a la vez y cuán nobles y oscuros podemos llegar a ser, incluso cuán efímera es nuestra existencia y cuán fácil es que perdamos todo aquello que hemos construido”, expresa Rissetti.

A través de este proyecto interdisciplinario se busca impactar a los espectadores respecto de cómo el mal de Alzheimer afecta la vida de quienes la padecen, de quienes viven junto a ellos y permitir un acercamiento artístico para todos aquellos que no la viven diariamente.
“Con la presente muestra –señala Guillermo Carrasco Notario, teórico del arte- el fotógrafo José Luis Rissetti vuelve a sus investigaciones visuales sobre el tema de la memoria, iniciadas el año 2012 con Rissetti al cuadrado, donde intervino, con borrones y dibujos de su hermana Celeste, una serie de negativos de su padre también fotógrafo, a quien la enfermedad de Alzheimer llevó a la muerte”.

Y agrega: “Como suele ocurrir con el trabajo de este artista, su obra traspasa los límites de lo estrictamente fotográfico, como en su muestra Retrato de ciudad, de 2009, donde presentó esculturas construidas con sus fotografías, y un mural volumétrico de grandes dimensiones”.

En Máscaras y memoria, lo fotográfico es el resultado de un proceso complejo de reflexiones y convocatorias a otros artistas para que hicieran su propia meditación sobre la memoria.

Para Carrasco hay una dimensión conceptual que tiene que ver con la pérdida de la memoria que en casos extremos involucra el deterioro de funciones básicas del organismo. “Fotografiarse con un cambucho cubriendo el rostro simboliza la pérdida de conciencia de la propia identidad, el borrón doloroso de la auto imagen, la quebrazón del espejo de la memoria, que en la definición poética de Borges nos conforma en su compleja conjunción de cambios y permanencia. Pero en otro plano, resulta interesante, en esta época de selfiesdesenfrenadas, el fotografiarse sin rostro, con un cambucho intervenido en la cabeza, experimento extremo cuando la hiperabundancia de autofotografías termina por devaluar la imagen”.

Las fotografías fueron realizadas con cámara digital en blanco y negro, lo que se complementó con elección de la locación adecuada, generando una nueva atmósfera, mundos llenos de emociones y sensaciones como la intranquilidad, el desconcierto y el vértigo.

Los artistas retratados son Andrea Leria, Ana Naveira, Andrés Vío, Caiozzama, Celeste Rissetti, Francisco Bustamante y Pavel Loparev, Gina Oses, Guillermo Carrasco, Hugo Marín, Javiera Moreira, Johanny Angulo, Juana Gómez, Lise Moller, Loreto Carmona, “Loro” Coirón, Patricia Velasco, Pilar Ovalle, Roser Bru, Roberto Acosta, Sonia Etchart, Tite Calvo, Matías Movillo y Josefina Guillisasti.

«Tukulpazugun; imágenes para una memoria abierta»

Jueves 17 de agosto al lunes 25 de septiembre de 2017 / Lunes a jueves de 9.00 a 13.00 hrs y 14.30 a 18.00 hrs. Viernes de 9.00 a 13.00 hrs. Galería Nemesio Antúnez. Av. José Pedro Alessandri 774, Ñuñoa.

La identidad y cultura de los pueblos originarios llega con los dibujos y grabados de Danilo Espinoza

La muestra Tukulpazugun; Imágenes para una memoria abierta se inaugura el próximo 17 de agosto en la Sala Nemesio Antúnez.

El reconocimiento y la valoración de la cultura mapuche está presente en cada uno de los dibujos y grabados que conforman la muestra Tukulpazugun; Imágenes para una memoria abierta, que se presentará en la Sala Nemesio Antúnez desde el 17 de agosto al 25 de septiembre.

En los trabajos que componen esta exposición, aparece el uso del hollín, proveniente de la quema de velas como el pigmento que le permite definir las imágenes sobre el papel, logrando un sello único y característico en cada pieza, fruto de la investigación y experimentación con estos materiales.

En esta serie, Danilo Espinoza utiliza como referentes fotografías rescatadas de los álbumes familiares de siete mujeres mapuches de Santiago y la Región de la Araucanía. Con este rescate de historias familiares y entrevistas a cada una, da cuenta de la situación actual de este pueblo.

La inauguración se realizará a las 12.00 horas del jueves 17 en la sala Nemesio Antúnez.

Danilo Espinoza (Santiago de Chile, 1972).Es Artista Visual y Académico en la Escuela de Arte de la Universidad Católica de Chile, lugar donde  obtuvo su Licenciatura en Arte el año 1997.  El año 1996 realizó estudios de dibujo y grabado en School of Art, Kingston University, Londres, Inglaterra. En 2015 obtiene su Doctorado en Bellas Artes por la Universidad Politécnica de Valencia, España. Ha participado en exposiciones en Chile, Cuba, Estados Unidos, Ecuador, Canadá y Alemania.

«Post Data»

Viernes 11 de Agosto al Viernes 22 de Septiembre 2017 / Martes a domingo hasta las 19 hrs.; Sábados hasta las 20 hrs. / Galería Metales Pesados Visual. Merced 316. Metro Universidad Católica.

Exposición de Gabriel Holzapfel curada por Diego Parra.

“Post Data” es la muestra individual del artista Gabriel Holzapfel con curaduría de Diego Parra que será expuesta en Galería Metales Pesados Visual del 11 de Agosto al 22 de Septiembre. La muestra consiste en una serie de trabajos de corte instalativo y también bidimensionales, que apelan al pasado y la memoria reciente. Las obras presentes proponen una mirada particular hacia la historia, destacando aquellos relatos que han sido silenciados u omitidos, esto mediante objetos encontrados e intervenidos, residuos y frottages.  La producción de Gabriel Holzapfel se caracteriza por trabajar poéticamente las políticas de la memoria, sus métodos de inscripción y circulación. Su obra destaca por plantear zonas de reflexión mediante el uso de materiales de desecho y la intervención de objetos antiguos, a su vez, utiliza el lenguaje coloquial para entablar un diálogo efectivo entre el campo del arte y el de la cultura popular. El carácter político de su trabajo se desarrolla en torno a una revisión crítica de la memoria nacional, incluyendo también la de su propia familia, cuestión que activa un cariz tanto colectivo como personal en sus obras.

En palabras de Diego Parra, curador de la muestra: “En POST DATA, la historia, el pasado y su inscripción son temas centrales, la memoria de otros es reivindicada como fragmentos de la memoria de todos. Gabriel rescata objetos que movilizan recuerdos fracturados, censurados y olvidados por medio de cartas que nunca fueron enviadas, de residuos simbólicos de nuestra democracia y de nombres que hasta hoy siguen siendo borrados de la historia oficial.”

«Murmullos»

Inauguración martes 8 de agosto, 20:00 hrs. Permanecerá abierta los días lunes, martes y miércoles de 11:00 a 19:00 horas, hasta el miércoles 23 de agosto de 2017.

Invita Fundación 1367, Casa Memoria José Domingo Cañas,

Muestra de esculturas de la artista Geraldina Ahumada Theoduloz.

Las obras ponen en valor los hechos ocurridos en las calles José Domingo Cañas y Campos de Deportes después del año 1973.

Expresiones silenciadas: lo contado y lo callado en la obra de Geraldina Ahumada

Constanza Navarrete Licenciada en Arte y Estética de la Universidad Católica de Chile

Desde el colegio que Geraldina sentía atracción por el arte y la cerámica. De hecho, se escapaba de clases para poder asistir al taller Pucará, del que participó en II° hasta IV° medio. Luego ingresó a estudiar Arquitectura en la Universidad de Chile, para retomar, años después, nuevamente su labor artística en el taller de cerámica impartido por el artista Ricardo Irarrázaval Echenique. Es allí donde comenzó a exponer y generar un corpus de obra, en donde el tema de la memoria, la historia local, lo político y lo no-dicho atraviesan gran parte de su producción.

Geraldina vivió hasta los  19 años en la calle José Domingo Cañas #1185, comuna de Ñuñoa en Santiago, Chile, ubicada entre dos centros de tortura: José Domingo Cañas #1367 y Obispo Orrego #241. Desde su dormitorio, se escuchaban gritos durante las noches. Ella relata: “De los seis hermanos, tres recordamos los gritos. Tres dicen no haber escuchado nada. Traté de escribir, pero todos los lápices habían dejado de escribir. Traté de hablar, pero hay cosas que no quieren ser escuchadas […] Seré breve: no sé dónde guardar los gritos”[1]. Luego se mudaron con su familia a la avenida Campo de deportes, frente a una de las casas de Colonia Dignidad, también en Ñuñoa. Si bien allí no se escuchaba nada, se sabía que pasaban cosas.

Aquella contextualización sirve para comprender el trabajo artístico de Geraldina Ahumada, quien a lo largo de los años no ha dejado de tener necesidad por expresar su testimonio vivido durante la época de dictadura. El material de la arcilla ha sido el lenguaje posible para plasmar un discurso suprimido para un recuerdo en latencia. De lo frágil y precaria que es la arcilla, se crean objetos escultóricos que dan cuenta de memorias igualmente frágiles y evanescentes, no por su falta de nitidez, sino por su nulo registro durante los años de los hechos; años en que ella nunca contó nada a nadie de lo que percibía. Sin embargo, y tras el paso del tiempo, el testimonio silenciado comenzó a emerger. Tal des-ocultamiento tomó forma en primera instancia, en objetos que aludían a diferentes medios de comunicación: esculturas de teléfonos, radios, cámaras, micrófonos y televisores de la época, a modo de comunicar y mostrar lo que entonces no se podía, al menos con palabras.

En los últimos años, Geraldina ha incorporado otros elementos a sus esculturas en gres como partes de objetos y máquinas, alterando el uso y estética tradicional de la cerámica. A partir de estas últimas intervenciones es que surgieron los “objetos-animitas”: objetos cotidianos utilizados durante los ’70 y ‘80, que supuestamente captaban el ambiente mortuorio que yacía presente durante el régimen militar. Según comenta la artista, “lo que estaba en el aire traspasaba las casas”, haciendo de estas cosas funcionales de uso común, elementos “cargados” con el sentimiento de la muerte. Los objetos-animitas aluden, así, a la cotidianeidad casera, como también a las animitas en tanto pequeñas tumbas simbólicas de personas que han muerto trágicamente. En reemplazo de las típicas velas utilizadas en las animitas, Geraldina dispone luces artificiales, ya sean leds o neones, en torno a las obras. Misma intervención realiza en sus mapas de arcilla; en éstos, distintas placas conforman el barrio en torno a José Domingo Cañas, señalando las antiguas casas de Geraldina y los centros de tortura ya mencionados, entre otros sitios asociados. Las luces que aparecen entre los orificios de las placas, reflejan a los vecinos que también oyeron lo que entonces ocurría. En la medida que se vayan sumando testimonios, más luces podrán destaparse y brillar dentro del mapa de la tortura y su silencio, situado en aquel mítico barrio de Ñuñoa.

  A través de los mapas y los objetos-animita se busca relatar una historia no contada, pero desde la distancia: decir que aquel lugar “fue un barrio de exterminio, en donde se sentía  el miedo […] ellos no estaban solos pero nosotros no hacíamos nada. Esta es la voz de quienes escuchamos”.

Dichas obras serán expuestas en Agosto del 2017 en Fundación 1367, Casa de la Memoria José Domingo Cañas, actual memorial de uno de los centros de tortura. Paradójicamente, los gritos escuchados por Geraldina a lo largo de su adolescencia, serán ahora visibilizados por medio de sus esculturas en el mismo lugar donde acontecieron.

[1] Parte del texto escrito por la misma artista para una exposición individual a realizarse en Agosto de 2017 en La Casa de la Memoria #1367.

«El peso de las cosas»

Jueves 3 de agosto al 22 de septiembre de 2017 / Lunes a Viernes de 9:00 a 17:00 horas / Sala Gasco Arte Contemporáneo. Santo Domingo 1061. Metro Plaza de Armas.

  • En la muestra la artista propone una manera distinta de aproximarse a la materia, a la relación con el mundo interno y externo; para ello deja su rol modelador y toma distancia al observar el acontecer de los procesos.
  • “Mi interés por la educación es el mismo que el de la cerámica. El educar tiene que ver con un proceso, con dar forma; al igual que la cerámica, con modelar”, señala la directora de Fundación Nube.

A partir del 3 de agosto al 22 de septiembre la artista Paula de Solminihac,  bajo la curatoría del colombiano José Roca, expondrá en Sala Gasco quince piezas  que nacen a partir de la utilización de residuos de obras anteriores y de su metodología de trabajo que se sustenta en la observación de la transformación de la materia.

En una antigua panadería de los años 30, hoy adaptada para talleres que albergan a un grupo de artistas, se encuentra creando desde el 2010, la artista visual y profesora de la Universidad Católica, Paula de Solminihac.

Para la expositora todo residuo da vida a nuevos proyectos, todo sirve, todo se recicla y si no partimos de esta premisa, el arte de  de Solminihac no se entiende. Testigo de ello es su taller inundado de paños, diarios, arcilla cruda, saquitos, envolturas de distinto tipo o cuanto material  ya utilizado y reutilizado en obras anteriores exista.

La propuesta de Paula para esta muestra es distinta, hoy quiere tomar un rol de espectadora de ciertos procesos, tomar distancia, dejar que las cosas pasen y que sea el propio peso de las cosas las que hablen. Por ello, la artista  aprovecha –por ejemplo– lo que pasa en el oculto y oscuro  mundo subterráneo y deja que la putrefacción haga lo suyo.  

La historia de la exposición comienza con el recuerdo de un hecho anecdótico: una tarde su abuela le cuenta que el  palto (macho) tenía que tener una palta (hembra) para producir frutos. Buscando otro árbol que tuviera la misma condición, encuentra en el cerezo, el árbol que elegiría para su próxima obra.  “La idea era tomar distancia de mi rol modelador y dejar que las cosas se automodelaran. Quería ser espectadora de ciertos procesos que yo provocaba o estimulaba”, explica.

En ese contexto, comienza a  dar forma a lo que hoy  es su exposición. En el 2015 –tras haber expuesto en Paris, Nueva York, Bogotá, Lima y Buenos Aires–  vuelve a su taller y recicla toda la arcilla que tiene; arcillla cruda que durante muchos meses permanece en unos  saquitos y éstos en unos baldes con arena y agua. El ambiente húmedo las  automodela.  Y en ese afán de provocar es cuando decide comprar los cerezos.

Huellas que dejan evidencia

La cerámica la cautivó desde joven. Primero en sus trabajos de investigación; luego, como materia para su licenciatura; más tarde, en el magíster y hoy es  la  fiel protagonista de sus muestras.

Para la directora de Nube –fundación dedicada a  proyectos de arte y educación– la cerámica es valiosa no solo como material sino también en sus procesos, como cuando el fuego transforma al barro en cerámica. “Algo poco importante llega a ser  muy importante como por ejemplo desde el punto de vista arqueológico, que a partir de un fragmento de cerámica construyen toda la historia de una civilización o para convertirlo en un recipiente para almacenar el alimento”,  señala.

Para de Solminihac la cerámica tiene un rol mediador entre dos lenguajes, al igual que con los mapas y cartografías, otro elemento sobre el cual la artista ha trabajado mucho.

Exhibición, Sala Oriente

*Collar o  forma de la serpiente: consiste en una  serie de piezas con forma de cuencos que se van aplanando cuando se encuentran en el suelo. Lo cóncavo y lo convexo se convierten en el plano que puede darse vuelta. Tiene un rol simbólico que alude a la circularidad, a esa dicotomía entre el bien y el mal, entre el remedio y el veneno.

* Las orillas se organizan a partir de  una serie de planos  o dibujos que nacieron espontáneamente y que la artista llama los Remolinos. El rol que cumplen estas orillas de cerámica es de manifestar un cierto estado a la hora de hacer las obras que tienen que ver con los flujos de conciencia (como el pensamiento hablado).

*Invunche: decenas de pequeños sacos de restos de telas de algodón y lino envuelven restos de arcilla de procesos anteriores, transformandose en pequeños Invunches, denominación para el ser deforme y clausurado proveniente de la  mitológica mapuche, que se han amarrado entre sí para ser la evidencia mas clara y concreta del peso.

*El Descanso: son dos vigas de madera que cuelgan horizontales sobre las que descansan pequeños estuches de tela llenos de etiquetas con información guardada por la artista de procesos anteriores. Este punto da testimonio de la  obsesión que tiene la expositora por el archivo.

Sala Poniente

*Video: de aproximadamente 2 minutos de duración, esta cápsula es documentada por una alumna de la artista, que formó parte del equipo con la que trabajó gracias al apoyo de la propia universidad,  que “relata” la historia de los cerezos desde el día que se plantan hasta el día de su desentierro. Todas las capas de la filmación van superpuestas manifestándose las imágenes a veces  como dibujos, pinturas o acuarelas.

*Cortezas: dos impresiones de 3 x 3 metros en papel de algodón, dan cuenta de las multiples capas con que la artista construye la memoria de sus obras: estas imágenes son hechas a partir de la fotografía de las macetas de tela, abiertas y descompuestas, que contuvieron a los cerezos plantados, que una vez abiertas y fotografiadas, son luego invertidas digitalmente y el papel donde se han impreso, es usado para volver a envolver, ahora a sí mismas, inciando un nuevo ciclo de espera, hasta el día antes de la inauguración, cuando serán abiertos para ser expuestos.

*2 Victorias creadas con papel de diario pintado que imitan la estructura de la Victoria Regia, un loto gigante del Amazonas, que por su estructura permite sostener el peso incluso de un niño mientras flota. Son dos formas circulares que aparecen producto del pegado reiterado de pétalos de papel uno sobre otro en torno a su eje.

*Lo que Resta, son los restos de las macetas que son expuestas tal como quedaron, despues de seguir cuidados protocolares de restauración.

*De Aquí Saldrá Algo, y NaN son baldes, etiquetas y arcillas que están en pleno proceso de transformación y que buscan trasladar el proceso del taller al lugar de exhibición.

De esta forma ambas salas dan cuenta sobre cómo las cosas caen sobre su propio peso. Paula quiere que el público se dé el tiempo para mirar antes que pedir explicaciones; que se formulen preguntas antes de solicitar respuestas.

“Los invito a un viaje interno a partir de la mirada y de la compañía de las cosas que van a estar en cada espacio de Sala Gasco”, finaliza de Solminihac.

RECORRIDOS DIDÁCTICOS: inscripcionessalagasco@gestocultura.cl

Los RECORRIDOS DIDÁCTICOS son totalmente gratuitos y guiados por un equipo de mediadores artísticos especialmente capacitados con amplia experiencia en atención de grupos, quienes, más que comunicar contenidos de manera tradicional o académico-enciclopédica, buscan formar espectadores críticos.

Los recorridos son creados para cada una de las exposiciones y los diversos públicos que se presentan en Sala Gasco durante el año, que van desde estudiantes de 3° Básico a IV Medio, universitarios, adultos mayores, personas con necesidades educativas especiales y público general.

El objetivo principal de este programa que utiliza una metodología lúdica y participativa es potenciar la curiosidad y habilidades sociales de los estudiantes, así como la capacidad de expresar ideas, creencias y reflexionar sobre éstas. 

Los RECORRIDOS DIDÁCTICOS requieren de inscripción previa (inscripcionessalagasco@gesto-cultura.cl) y se realizan para grupos de 10 personas como mínimo y máximo 40.

-Proyecto acogido a la LEY DE DONACIONES CULTURALES

-Obra realizada con el aporte de la Dirección de Artes y Cultura, Vicerrectoría de Investigación de la Pontificia Universidad Católica de Chile.

«Condicio»

Con entrada liberada, Condicio se inaugura el jueves 3 de agosto, a las 19:00 horas, en Espacio San Isidro ESI (San Isidro 560, Santiago), donde permanecerá en exhibición hasta el viernes 6 de octubre, de lunes a viernes de 9:00 a 19:00 horas, y los sábado de 9:00 a 14:00 horas. Además, se realizará un conversatorio con la artista el 14 de septiembre, a las 10:00 horas, en el auditorio ubicado en el mismo lugar.

Ángela Ramírez muestra lo que permanece oculto en la creación de una obra en Condicio

  • Registros audiovisuales y algunos de los moldes usados en el proceso de construcción de la obra que Ángela Ramírez emplazará próximamente en el Centro de Justicia de Santiago se podrán apreciar en Condicio, muestra que el jueves 3 de agosto se inaugurará en Espacio San Isidro, ESI, de la Universidad Católica Silva Henríquez.
  • La obra sine qua non corresponde a un fragmento de la propuesta con que la artista ganó un concurso del Ministerio de Obras Públicas en 2005 y que este año será finalmente instalada en el espacio para el cual fue creada.

Condicio es el nombre de la muestra en que la artista Ángela Ramírez dará a conocer cómo fue el proceso de construcción de la obra que durante el segundo semestre de este año instalará en el Centro de Justicia de Santiago, una exposición que presentará en Espacio San Isidro y en la que buscará mostrar el lado de la obra que suele pasar desapercibido, destacando el número de personas implicadas laboralmente en el proceso y las condiciones de producción que permitieron la realización de su propuesta.

“Las feministas ya habían señalado en la década de los 70 que las condiciones de producción son demasiado importantes para el desarrollo del arte, pues sin condiciones mínimas no es posible crear”, explica la artista. “Sin embargo, cuando te enfrentas a la obra, parece como si todo hubiese sido fácil, cuando en verdad son muchas las horas de trabajo invertidas. Y justamente de eso queremos dar cuenta, de qué es lo que implica, en lo concreto, pasar de la idea a la materia”, añade sobre Condicio.

La muestra, que se inaugura el 3 de agosto en la sala de exposiciones de la UCSH, contempla la exhibición de registros audiovisuales del proceso, así como de algunos de los moldes utilizados para la creación de sine qua non, título de la obra que Ángela Ramírez emplazará en la base del espejo de agua del Centro de Justicia de Santiago y que corresponde a un relieve de fibra de vidrio traslúcida, escala 1 a 1, del centro de la fachada del edificio del Palacio de Tribunales de Justicia de Santiago.

De allí que, para la artista, Condicio opere como un gesto que viene a descentralizar la práctica artística al poner el foco no en la obra propiamente tal, sino “en el lugar de lo político, donde se mueven las voluntades y materialidades que hacen posible sine qua non”. Y es que, como explica, “una cosa es que la Constitución diga que hay libertad de expresión, pero si no se dan las condiciones para poder ejercer ese derecho, es poco lo que puedes hacer. Entonces, las condiciones de producción son una condición sine qua non”, concluye la artista.

Espacio San Isidro

Espacio San Isidro ESI es una sala de exhibición universitaria que depende de la Dirección de Vinculación con el Medio y la Escuela de Educación Artística de la Universidad Católica Silva Henríquez. Fue creada el año 2012 con el fin de promover los vínculos entre la universidad y el medio social. Su eje de trabajo se orienta a potenciar el conocimiento y apreciación del arte contemporáneo en sus diversas vertientes. Su enfoque de trabajo busca relevar y difundir el trabajo de creación realizado por estudiantes, académicos y artistas relevantes del medio local.

Espacio San Isidro aspira a ser un espacio de enseñanza y aprendizaje vinculado a la producción contemporánea. Esta labor se traduce en una propuesta educativa focalizada en la realización de visitas guiadas, talleres y conversatorios que tienen como objetivo la formación de audiencias en sus diversos niveles, tarea que es de vital importancia para una escuela que busca formar profesores mediadores que potencien el diálogo con los nuevos lenguajes artísticos.

«Otra manera de mirar el infinito»

Inauguración: 29 de julio, 12:00 horas / Del domingo 30 de julio al viernes 15 de septiembre de 2017 / Hall central MAC Parque Forestal. Martes a sábado, 11:00 – 19:00 horas / Domingo, 11:00 – 18:00 horas / Lunes y festivos el museo (ambas sedes) permanece cerrado.

Soledad Chadwick interviene el hall del MAC con estructura geométrica a gran escala

  • El Museo de Arte Contemporáneo presenta la exhibición Otra manera de mirar el infinito, donde la artista lleva a la tridimensionalidad la Alfombra de Sierpinski, figura matemática compuesta por cuadrados de diferentes escalas.
  • Especialmente pensada para el primer piso de la sede de Parque Forestal, la obra cruza la mirada artística con el rigor científico, para ofrecer una reflexión en torno a un objeto que hace referencia al infinito.

El Museo de Arte Contemporáneo presenta la exhibición Otra manera de mirar el infinito de la artista Soledad Chadwick. Se trata de una instalación site specific, hecha a partir de cubos de madera, cuya marcada estética minimalista contrasta con la arquitectura neoclásica que alberga al MAC Parque Forestal.

La obra lleva a la tridimensionalidad la Alfombra de Sierpinski,  figura basada en la división de un cuadrado en nueve partes congruentes, donde se va eliminando el cuadrado central, y así recursivamente hasta agotar la superficie. Ideada en 1916 por el matemático polaco Waclaw Sierpinski, en geometría se le conoce como un conjunto fractal, es decir, un objeto formado por estructuras básicas iguales pero repetidas a diferentes escalas.

Siguiendo la máxima del matemático, Soledad Chadwick comienza con un cuadrado de 10,8 x 10,8 metros que se instala, girado a modo de rombo, en el hall central del museo para ocupar todo su ancho. Este se fragmenta en nueve partes iguales, y en vez de quitar la figura central, pone en ese lugar un cubo de aluminio de 3.6 x 3.6 x 3.6 metros. La artista realizó la acción reiteradamente, llegando a casi 600 cubos de madera de diferentes dimensiones.

Otra manera de mirar el infinito fue pensada especialmente para el hall del museo: los cubos de 40 x 40 x 40 cm. que la componen coinciden con las medidas de las baldosas del piso, acentuando el contraste con la disposición de las baldosas perimetrales.

Con su propuesta, Soledad Chadwick cruza la mirada artística con el rigor científico, en un trabajo que propicia una reflexión sobre cómo ciertos objetos hacen referencia al infinito, dirigiendo la mirada a las pequeñas partes que los construyen como tal.

Sobre la artista

Soledad Chadwick (Santiago, 1955) es Licenciada en Artes Plásticas por la Universidad de Chile, Magíster en Artes Visuales por la misma institución y Magíster en Ciencias de la Ingeniería por la Universidad Católica de Chile.

Entre sus exhibiciones más recientes se encuentran Una manera de mirar el infinito, en el Museo de Arte Contemporáneo de Valdivia (2017) y Centricidad y Movimiento, en la Galería Artespacio (2013).

A lo largo de su carrera ha participado en ferias internacionales como Art Lima, SOFA en Nueva York y Ch.ACO  en Santiago. Entre sus obras más destacadas se encuentran Caracola magenta (2016) en el Hotel Isla Seca, Zapallar; y Tótem (2013), en el Parque Bicentenario, Santiago.

«Finca»

Finca es una muestra individual de dibujos y cerámicas que la artista Lourdes Salgado expuso en Buenos Aires el año 2016.

Esta vez hace un remontaje en Dinosaurio Tienda donde incluirá piezas y dibujos nunca antes expuestos.

«Cordón de Plata»

La inauguración se realizará este sábado 22 de julio a las 13:30 horas, en el exterior del Torreón del Centro de Eventos Vista Santiago, y permanecerá abierta sólo durante los fines de semana hasta el domingo 6 de agosto entre las 10:00 y 19:00 horas. La entrada es liberada.

Por primera vez, el arte contemporáneo llega al Torreón del Cerro San Cristóbal bajo la administración del centro de eventos Vista Santiago. Este icónico lugar, poseedor de una de las vistas más privilegiadas del paisaje urbano y natural de la ciudad, exhibirá Cordón de Plata, instalación basada en fotografías y piezas escultóricas, de la artista chilena Fiorella Luna.

La exposición es un ‘site specific’ (obra hecha para el lugar), que a través de dos telas instaladas desde el techo del torreón, fotos tomadas por la artista y piedras recolectadas desde diversos lugares del país, explora las relaciones entre el paisaje, su habitabilidad y la poesía visual.

Cordón de Plata reflexiona sobre la importancia mítica de los cerros en la cultura en el entorno natural y urbano de Chile. Las fotografías, impresas sobre planchas de aluminio muestran diversas cumbres de nuestro país, las que, acompañadas de una maqueta a escala del Cerro San Cristóbal y hallazgos geológicos de la artista, hacen de la instalación una reflexión poética de la geografía nacional, en el corazón del Parque Metropolitano.

«Bestia de Carga»

Una ideología del dibujo

En una cosmogonía que confirma que una partícula en movimiento lo construye todo, tendremos que aceptar también que los sueños se tejen con las hebras que estos recorridos enredan para siempre en la invisibilidad de su frenético e incansable recorrido, así lo que imaginamos también queda construido en un suelo que nuestras representaciones de cierto particular y directo modo atestiguan.
El dibujo imita este movimiento generador de realidad desplazando puntos y creando líneas que a su vez construyen formas sobre la superficie blanca de la hoja, estas formas por convención describen objetos, seres o fenómenos que conocemos, recordamos o intuimos. En el dibujo ensayamos nuestra relación con lo real y lo aparente. Escribir con un lápiz sobre un papel es también dibujar.

Acumular

Uno sobre otro, tras de otro, frente a otro, debajo de otro; los fragmentos se multiplican, exponenciales hasta ser playas o llanos o montañas y llenar del horizonte para abajo. O bien son las hojas, proliferación vegetal, copas frondosas, matorrales bajos, ramas secas sin follaje persistentes y ricos en detalle. En todo caso fragmento múltiple puesto en sus contornos. De acumular se acumula tiempo a presión y en prisión en esa huella que queda del desplazamiento voluntarioso de la punta del rapidograf. Tiempo cargado.

Organizar

Uno en función de otro, en función de otro (aunque se trate de una función estética o poética), en función de otro (aunque se trate de una función estructural), los fragmentos van construyendo un objeto. Honesto brutal y aparentemente funcional. Lo que interesa es qué tipo de energía mueve estos fragmentos y determina sus funciones. Para qué sirven estos objetos. Sirven para ser un ejemplo de posibilidad de orden y para disuadir a los suicidas.

(Tetrálogo arbitrario del artista:

La obra jamás estará al servicio del capital: excepto si el precio es justo

La obra jamás estará al servicio de una idea: la obra y la idea colaboran (concomitan)

La obra no tendrá más contenido que cuanto pueda ser deshecho de una forma poética: condición sine qua non

Los materiales con los que se construye la obra serán iguales a sí mismos. Salvo excepciones)

Canal

Claudio trabaja dibujando hacia adelante, esto quiere decir que en sus dibujos no hay lugar para correcciones o enmiendas y que la línea persiste en su recorrido construyendo representación sin tomar en cuenta los sistemas de juicio que puedan considerar que dicha representación está siendo malograda. O sea que trabaja sobre la marcha, sin apenas una idea vaga de lo que podrían ser los límites de lo que podría ser representado. Lo que va componiendo en un presente fluído se va constituyendo en una sorpresa para él que dibuja abandonado de la voluntad de control, y, redescubre sobre la marcha también aquello que crea. El momento presente del dibujo y el trazo construyendo los contornos de algo en su laberinto, es un momento de ausencia activa que podríamos asociar al estado de canalización en el que el dibujante se vuelve un medio por el cual transitan fuerzas, entidades, energías, vibraciones que en suma plasman y comunican un contenido

Cuando construye sus objetos, su estado de ser y su procedimiento son también los de un canal. Sólo cambia el comercio con los materiales y con ciertas urgencias que son de la física y la gravedad, los fragmentos inútiles y dispares que en esta acción cobran un sentido insospechado, también son enhebrados de manera ciega, confiada y sin enmiendas para volverse alguna forma de efigie, o máquina, o aparato, o dispositivo, o juguete, o instrumento, o cachivache. A veces con mecanismos como queriendo reafirmar una forma de funcionamiento y de intercambio.

Para cerrar

La bestia impávida por un momento ahoga su vista en ese punto móvil que promueve y celebra el fragmento, que se multiplica y se acopla y acaballa. Es obsceno y alegre y transparente como transparente y ligera se hace la carga en su lomo.

Rene van Kilsdonk C.